4 TIPOS DE ERGONOMIAS

En Venezuela, el marco legal que rige la ergonomía está principalmente establecido en la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), que busca garantizar condiciones seguras y saludables en el trabajo. Esta ley, junto con normas técnicas y la Constitución, exige a los empleadores adecuar los puestos y procesos para proteger la salud física y mental de los trabajadores, incluyendo aspectos ergonómicos. Aunque la implementación varía, se promueve la evaluación de riesgos y la aplicación de mejoras ergonómicas para reducir lesiones musculoesqueléticas y mejorar la productividad. En Medicapmil contamos con un equipo multidisciplinario que acompaña a las empresas afiliadas a la mancomunidad a cumplir con lo establecido en las leyes venezolanas y normas internacionales.

Es importante implementar la higiene de la ergonomía organizacional, por lo que debe haber un enfoque proactivo en el diseño de los puestos de trabajo y los sistemas. Esto implica evaluar y optimizar continuamente las interacciones entre los empleados, las herramientas y el entorno para garantizar que las demandas físicas y mentales se ajusten a las capacidades humanas. Es fundamental establecer políticas y procedimientos claros que promuevan la comodidad, la seguridad y la eficiencia, así como proporcionar formación regular sobre buenas prácticas ergonómicas y el uso adecuado de equipos.

Ignorar la ergonomía física puede llevar a un aumento de la fatiga, errores y una disminución general del rendimiento, afectando negativamente tanto a los individuos como a la organización en su conjunto.

La ergonomía cognitiva estudia los procesos mentales como la percepción, memoria y razonamiento en el entorno laboral. Su objetivo es diseñar sistemas y tareas que se adapten a las capacidades y limitaciones cognitivas humanas, optimizando la interacción persona-máquina. Esto busca reducir la carga mental, minimizar errores y mejorar la toma de decisiones, incrementando así la eficiencia y el bienestar del trabajador.

Se centra en el análisis de factores como la iluminación, el ruido, la temperatura, la calidad del aire y las vibraciones. Un ambiente óptimo reduce la fatiga, mejora la concentración y disminuye la probabilidad de errores o accidentes. Al considerar estos elementos, se logra un espacio de trabajo más confortable y saludable, impactando positivo en el rendimiento y la satisfacción del personal.